viernes, 28 de diciembre de 2018

UN FERREÑAFANO MIL OFICIOS


Vivió en Ferreñafe hasta finales del S. XX, un vecino muy conocido que por ahora llamaremos Pancho, quien se caracterizaba por su amabilidad y buen humor, pero sobre todo por ser un hombre de trabajo. Resulta que cierto día un amigo le comentó que deseaba construir su casita para habitar con su familia en su chacra y buscaba alguien que le fabricara en su propio terreno una cierta cantidad de adobes para tal fin, por lo que respondiendo entusiasta don Pancho que le comunica que él sabía fabricar adobes, razón por la cual es contratado de inmediato.

Pasaron los días y don Pancho aparece frente a su amigo señalándole que ya estaba cumplido el trabajo, por lo que este procede a pagarle su esfuerzo mientras comenta:

- Bueno ya tengo los adobes, ahora necesito un albañil para levantar las paredes y techo de mi casa.



En el acto responde don Pancho: 

- Pero si yo soy albañil , yo puedo levantar paredes y colocar el techo de la nueva casa.

En mérito a lo dicho nuevamente es contratado don Pancho y empieza sus labores de construcción.

Luego de paciente construcción, se apersona ante su empleador manifestándole que había concluido la edificación, por lo que ambos se dirigen a observar la obra y con gran satisfacción el amigo procede a retribuir el trabajo y pensando en voz alta dice:

- Esta muy bien esto, ahora necesito un carpintero para que me fabrique la puerta y las ventanas.

Don Pancho no pierde tiempo y responde:

- Pero si yo también se de carpintería yo puedo hacer las puertas y ventanas.

Nuevamente es contratado don Pancho.

Pasan los días y don Pancho llega con las puertas y ventanas, las coloca y se dirige a su amigo para comunicarle que ya había cumplido con el trabajo.

Ambos se dirigen a la obra y otra vez el amigo señala que esta satisfecho procediendo con la paga y a habitarla con su familia. 

Todos comentaban la calidad de este hombre entre bromas, sonrisas y asombro, pero lo cierto que pasaron los años y la casa afrontó vientos, temblores y lluvias del Fenómeno del Niño pero allí permaneció estable y fuerte.

Así era  la vida en Ferreñafe de antaño cuando no se conocían ingenieros ni maquinas constructoras. 

lunes, 17 de octubre de 2016

Existen grabaciones de voces Muchik en Alemania

El investigador Heinrich Bruning habría llevado a Alemania grabaciones realizadas por él mismo, de diversas voces Muchik que recogiera cuando se estableció en Eten entre 1906 - 1909. Este sería la única fuente sonora donde se podría escuchar realmente la pronunciación de esta nuestra desaparecida lengua.
Como sabemos, Ferreñafe es un lugar donde se habló la lengua Muchik o La Pescadora y aun existen vocablos que perduran hasta la actualidad y son parte de nuestra vida cotidiana, aunque un poco castellanizadas, como por ejemplo el mismo nombre de Ferreñafe y de muchos caseríos y sectores como Mamape, Luzfaque, Checlefe, Mocopú, Nerio y Sencie; o de apellidos como: Serquen, Nanfuñay, Siesquen, Farroñan, Chaname, Macalopu, etc.


Fuente:

martes, 22 de diciembre de 2015

UN SEPULTURERO MUY PRACTICO

Para esta historia debemos remontarnos muchos años atrás, hasta aquellos cuando casi la totalidad de los ferreñafanos, como otros vecinos, acostumbraban a enterrar sus muertos en un hoyo dentro del improvisado cementerio. Pues resulta que habiendo fallecido un ciudadano de la tierra de la doble fe, sus familiares contactaron inmediatamente a nuestro amigo sepulturero para que mientras se hacía el velorio empezara a cavar el hoyo correspondiente; siendo asi, provisto fundamentalmente de su palana empezó la tarea de cavar y cavar el lugar de reposo eterno del finado con el simple cálculo de sus ojos para la profundidad y el largo y ancho de la tumba. Dicen los viejos que "Al mejor cazador se le escapa la paloma" y precisamente sucedió que llegada la hora del entierro y luego de las ceremonias religiosas y la marcha fúnebre cargando en hombros al muerto, llegó el cortejo hasta el lugar citado donde los esperaba el trabajador fúnebre, pero ¡Oh sorpresa! el ataúd no cabía acostado dentro del hueco, nuestro personaje procedió a ensayar diversos ángulos una y otra vez pero ninguna encajaba por lo que ante la conclusión que el hoyo si bien era muy profundo también era demasiado pequeño, fue asi que se le prendió el foco y con una sonrisa de satisfacción por encontrar la solución, procedió a colocar en forma vertical y rellenar con su palana la última morada del fallecido quedando su huesped de pie. El comentario recorrió el pueblo con un poco de gracia, ya que era la primera vez que se sepultaba alguien de pie.

martes, 21 de abril de 2015

LA PLANCHA DE CARBON: UNA ESTAMPA DE ANTAÑO

Las tardes de Ferreñafe se veian engalanadas por la costumbre de nuestros paisanos (amas de casa, costureras y sastres por ejemplo) de planchar por las tardes, porque utilizaban el viento que a esa hora soplaba mas fuerte para "hacer pegar el carbón" que introducían en sus planchas de fierro que tenia como llave en su tapa el clásico gallito que nos llamaba mucho la atención a los niños; este gallito en realidad actuaba como cerrojo de la tapa de hierro para cerrarla cuando la plancha calentaba y quedaba lista para borrar cualquier arruga por mas rebelde que se presentara en las ropas, alforjas, fajas de algodón, cortinas y demas prendas del hogar. Previamente debia escogerse el carbón apropiado y se prendía fuego dentro de la plancha apoyando el soplo del viento con una ola de aire producido con un abanico de paja o tejido de junco hasta observar las primeras brasas rojizas que hacían salpicar chispas calientes con graciosos sonidos cual preparación de "canchita" que después algunos han refinado llamando "palomitas de maiz" y hasta importando los vocablos gringos "pop corn" para darle el toque foráneo a nuestro producto nativo. Lo cierto es que era normal caminar por las calles e ir salvando sucesivamente esta importantísima herramienta capaz de dejar totalmente derecho, bien delineado y derrochando elegancia desde el terno dominguero de un campesino hasta el de la autoridad mas importante; el chisporroteo del carbón por el viento en contacto con la brasa generaba una ceniza que se quedaba asentada en la placa base de la plancha debiendo revolver el carbón y para hacer volar este residuo que podía malograr o manchar las blancas prendas que con tanto esmero se habian "almidonado" para que queden muy firmes los cuellos y puños. Esta estampa ferreñafana sobrevivió a la llegada del sistema de energía eléctrica y por ende de las planchas eléctricas valga la redundancia,ya que muchos consideraban que mejor se planchaba con la "plancha de gallito". Probablemente hasta 1975 se habría podido gozar de esta costumbre de nuestro pueblo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

LA CALABAZA

Es un producto vegetal silvestre en nuestra zona, que los ferreñafanos de antaño secaban al sol y utilizaban en diversas actividades cotidianas, dadas sus distintas formas y tamaños. Una calabaza ya seca, se debía cortar estrategicamente según el uso que se iba a destinar, sacándole las pepas y raspando todo su interior para dejarla libre de residuos, así por ejemplo de las calabazas pequeñitas fabricaban los "potos" y los "cojuditos" ("potos" chiquitos) instrumentos indispensables para servirse la chicha de jora, de las medianas y redondas obtenían los "mates" dándoles la forma de platos que eran muy apropiados para servirse las típicas comidas ferreñafanas desde un cebiche hasta un seco de cabrito con sopa de cholo, de los mas grandes sacaban las "lapas", una especie de fuentes redondas utilizadas para servir grandes piqueos o colocar o cargar verduras, pescado, carnes, etc., también de aquellos con forma redonda y alargada se fabricaban los "calabazos" en cuya punta se perforaba un agujero, se extraía las pepas y ya lleno de chicha se tapaba con un corcho y se guardaba dentro de las alforjas para ir rumbo al campo, donde a pesar del intenso calor a cualquier hora se conservaba fresca para aplacar la sed de cualquier peón sediento por su larga faena con la pala, el machete o la yunta. En la música era utilizado como instrumento para acompoñar las mas hilarantes piezas musicales denominándosele "guiro" para lo cual previamente se hacia secar al sol y luego se le practicaban pequeños canales o lineas horizontales y paralelas a lo largo de la calabaza. Otros personajes preferían desarrollar sobre ellos su arte de dibujo y pintura asi los tallaban y pintaban con atractivas figuras ornamentales y letras. La calabaza aun verde era parte de las verduras para un sabroso "sancochado" que se confundía con yucas, zanahorias y caiguas que levantaban desde cualquier exhausto proveniente de la chacra hasta un debilitado por alguna enfermedad; las madrecitas tambien preparaban un rico dulce de calabaza a manera de postre.

miércoles, 15 de octubre de 2014

LA SINGULAR DANZA DE LOS CASCABELES DE KAÑARIS - FERREÑAFE


Ejecutada por un grupo integrado a lo menos por diez personas que van portando en la cabeza una corona de carrizo y algodón, se cubren el rostro con una mascara oscura y en las manos llevan una espada de madera denominada “palio”, los cuales desarrollan movimientos acompasados y rítmicos, haciendo sonar en sus tobillos una sarta de cascabeles con cuyo sonido acompañan al patrón “San Juan” en su recorrido procesional del 7 de Junio de cada año; en determinado momento de su recorrido simulan una lucha con cruce de espadas entre ellos en la que algunos caen "heridos mortalmente" pero luego se levantan rápidamente para continuar la danza con los que quedan en pie, forman un solo grupo nuevamente y continúan su marcha procesional. Quiero enfatizar que me llamó mucho la atención el carácter hereditario y exclusivo que rige a los miembros integrantes y danzantes de este grupo, pues solo a la muerte de uno de ellos deberá ser su hijo mayor el que tome su lugar y a falta de él le corresponderá al familiar mas cercano tal honor, no pudiendo ser persona distinta. El grupo lo lidera y dirige un personaje que marcha a la cabeza y es muy respetado por la comunidad, quien toca un tamborcito; tener este puesto es considerado un gran privilegio ya que cualquiera no accede a el y la aspiración máxima de todo danzante es tener el gran honor de ocuparlo algún día ya que por su característica de marchar siempre delante de todos y marcando el compás, se le considera como el jefe del grupo. Otra característica muy notable es que sus miembros deben ser exclusivamente varones adultos. Esta danza es una manifestación cultural pre-inca que supervive hasta nuestros días y logrando subsistir a la conquista de los incas y posteriormente al sometimiento español. El video de esta danza cortesia de Jesus Eloy Reyes Huaman

martes, 29 de julio de 2014

LA MANADA DE BURROS CON ADOBES

Esta estampa tradicional ferreñafana se va extinguiendo y dentro de poco solo quedará en el recuerdo. Las viviendas antes se construían de adobe y se tarrajeaban con yeso, lo que representaba un gran avance ante las rústicas chozas de quincha (caña y barro) con techo de paja, hinea o junco, razón por la que era casi cotidiana la escena donde un conjunto entre 10 a 15 asnos en promedio pasaban por las diversas calles de la ciudad guiados por un "borriquero" que casi siempre era el dueño de estos jumentos quien a su vez montaba uno de ellos y con latigo en mano obligaba la marcha ordenada de los demás. Cada animal cargaba no menos de doce adobes a razón de seis por lado, los cuales iban sostenidos en sogas estrategicamente dispuestas sobre el lomo de la acémila la que de vez en cuando se entretenía con alguna hierba del camino recibiendo por tanto un fuerte latigazo que la hacía correr y juntarse a las demás. Llegados a su destino uno por uno eran descargados por su amo quien disponia ordenadamente cada pieza en el lugar de la construcción formando hileras de forma piramidal que a los niños nos llamaba mucho la atención tal que esperábamos impacientes la retirada para proceder a escalarlas y jugar sobre ellas. Los "borriqueros" vendían su producto por millares aunque se podía comprar medio millar o menos y eran muy solicitados. Caida la tarde encerraban en su corral a su manada previa almentación con buen pasto y mucha agua como un justo pago a su sacrificado trabajo. Uno de los últimos y populares corrales de estos animales dedicados a la venta de adobes y que subsistió como mudo testigo de estas historias hasta mediados de los 70' se encotraba ubicado junto al actual mercado de abastos de Ferreñafe, entre la intersección de la calle Grau y Av. Tacna, exactamente donde después se construyó y hoy se ubica el edificio del Sr. Cesar Chaman y la Farmacia "San Isidro".