Era tradición de Ferreñafe que la semana previa a la celebración de la Semana Santa las madres ferreñafanas acudieran a las orillas de la acequia Grande, a la de Soltin, a la de Carpintero o alguna otra, para recoger arena húmeda la cual era trasladada a sus hogares para mezclarla con una cantidad de frejol seco y preparar en algún rincón una suerte de cono de arena que nos recordaba el cerro de Tres Tomas, el cual luego tapaban con un saco de yute no sin antes regarla con "agua dulce", acción de riego que debían realizarse diariamente esperando el día (en una semana o algo mas) en que se desarrollaban totalmente las raices pero cuidando que aun no salieran tallos y menos las hojas de la planta. Al final se lavaban varias veces los nacidos en agua dulce retirando cuidadosamente la arena que los cobijó, quedando listos para respetar el ayuno del Viernes Santo almorzando un buen plato de espesado de choclo que en vez de pecho de res esta vez se sustituía por estos nacidos o tal vez un "batido de nacidos" que acompañaba al arroz blanco y al guiso de pescado para después del reposo cerrar la tarde degustando una riquísima "Mazamorra de cuaresma"
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